miércoles, 3 de agosto de 2011

3 Semanas por casa

Desde que volví de Kiwilandia me he tirado tres semanas por casa. Veintiún días que se podrían resumir en: tomar cafés y cervezas con gente genialiciosa, hacer papeleo, visitar familia y demás menesteres. Y aunque el tiempo haya sido una caca (vine del invierno buscando verano y hace casi más frío aquí que en el hemisferio sur) lo compensó con creces la gente. No quiero hacer una lista, porque no es plan y además seguro que se me olvida alguien, y luego la tenemos. Pero si quiero agradecer a todos los que me han aguantado en estos días. Me ha encantado reencontrarme con todos y cada uno de vosotros/as, ya fuera en el Milán, Salinas, Piedras Blancas, Avilés o la Concha ^^

Y en otro orden de cosas, siempre ando poniendo fotos de sitios a tomar por saco de lejos, pero nada de la tierra, así que voy a poner algunas de las fotos que saque estos días, porque no hay que irse muy lejos para encontrar sitios molones y fotografiables.














Pero la cosa no acaba aquí. Depues de las tres semanas toco acercarse un par de dias a Madrid a encontrarse con la expatriada canadiense. Un fin de semana (en realidad un domingo y un lunes, pero lo mismo me da) subrealista por todas partes, desde el relaciones publicas que se quiso marcar una escena como la de Bardem en Vicky Cristina Barcelona, invitandonos a un plan de dudosa decencia; pasando por la espontanea que contaba chistes del palo: " Se acaba de tirar usted un pedo" "Pues claro, no pensara usted que huelo asi todos los dias". Chiste estupido donde los haya pero que abrio la caja de Pandora. Porque Carmen, llamada asi en honor a su tio Paco, nos hizo reirnos durante mas de media hora. Y el dia siguiente no se quedo corto en cuanto a momentos peculiares, principalmente al visitar una tienda de vinilos donde el dueño empezo a hablarnos sobre musica country y como compraba discos en los 60 en la base militar de Torrejon y acabo hablando de como la Masoneria domina el mundo. La cara que teniamos en ese momento las dos era por supuesto un cuadro. Lo que no pase en Madrid, no pasa en ningun sitio.

El martes puse rumbo a Amsterdam, y desde aqui estoy escribiendo ahora mismo. Se nota la ausencia de acentos en los ultimos parrafos... porque si, esta entrada la escribi en dos tandas, soy asi de vaga.
Ahora mismo tengo por delante una semana de relax en el Lucky Lake, donde no llevo ni 24 horas, pero ya lo adoro. Proximamente entendereis porque.