domingo, 3 de julio de 2011

Road Trip



La gente se empieza a ir... el jueves se marchó Hanna y hoy lunes Kathy se mudó a la que será su casa durante el segundo cuatrimestre. A mi sólo me queda una semana, pero estoy intentando sacarle todo el provecho posible. Por eso este fin de semana convencí a tres kiwis para que me llevaran de excursión. El plan se llevaba fraguando casi un mes, y cambio de forma varias veces. En principio ibamos a hacer el Tongariro Crossing, pero las temperaturas bajo cero, la nieve hasta las rodillas y nuestro estado de forma pésimo nos hicieron razonar y cambiar el destino. Asi que nos fuimos a Rotorua de nuevo. Principalemente para disfrutar de su olor, del cual ya hable en anteriores entregas. El atardecer durante el viaje no tuvo desperdicio como podéis ver.


El viernes al mediodía cargamos el coche y nos dirigimos hacia el sur. Después de poco más de 3 horas llegamos a nuestra cabaña. Una visita de rigor al super para tener provisiones y a cenar como gorrinos. Y para terminar el dia: cerveza y el Risk del Señor de los Anillos (para crear tensiones en el grupo ya desde la primera noche). La partida ya anticipo que duró esa noche y la siguiente. Y no, no se acabó. Se declaró un empate técnico.




El sábado nos fuimos a hacer una senda a Whakatane, a una hora y poco en coche de Rotorua. Podria explicar lo increíble que era el paisaje, pero para eso tengo cámara de fotos.





 












Después del palizón de caminar fuimos al Polynesian Spa a relajar un poco. Las piscinas del fondo son de agua caliente, como se ve por el humillo que echan. Ahí nos quedamos a remojo un buen rato. Yo queria hacer como el niño de la foto y tirarme por el tobogán, pero resulta que ya no tengo edad.... Caminar, remojarse y comer como cerdos otra vez. Ese es el orden lógico de las cosas. Asi que fuimos a comprar Fish and Chips como para ocho y nos volvimos al hostal a comer y beber mientras seguíamos intentando conquistar la Tierra Media.


El domingo recogimos nuestros bartulos y de vuelta al coche. Lo bueno de viajar en coche es que puedes hacer lo que te de la gana, ir de un sitio a otro sin problema e improvisar sobre la marcha. Asi que primero fuimos a ver el Blue Lake, uno de los lagos mas bonitos de Rotorua; y depues como teniamos tiempo y gasolina decidimos bajar a Taupo para ver Huka Falls y Craters of the Moon (lo que vienen siendo cataratas y crateres que echan humo).











De camino a Auckland paramos en Tirau,  un pueblo donde les gusta hacer el horra con la chapa. Nadie duda que lo mejor para la oficina de información es que el edificio tenga forma de perro, o que montes un bar dentro de una oveja. Y ese Jesús de chapa a la puerta de la iglesia llama mucho mas que uno cruzificado de madera, dónde va a parar.






2 comentarios:

  1. Olvidar toca ahora
    tanta parranda
    con la que te ha obsequiado
    Nueva Zelanda

    Pero no sientas pena
    que ya en Irlanda
    podrás tener, seguro,
    más cuchipanda.

    Otro bonito reportaje para el recuerdo y la añoranza. Deseamos verte pronto. Besos. Santos

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  2. En 4 dias, casi literalmente, estoy alli :)

    Mucha razon llevas en la segunda estrofa jajaja
    Habra que hacer una segunda temporada del blog.

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